Curación de la Suegra de Pedro
Jesús entra en la casa de Simón (Pedro) y Andrés, y nada más llegar, le comunican que la suegra de Simón está enferma. Jesús se acerca a ella, la toma con sus manos y la levanta. De inmediato desapareció la fiebre. Y nos preguntamos admirados: ¿cómo hace Jesús para que al tocar, al dar su mano, al hablar a las personas, devuelva la salud?
Esta actitud de cercanía sanadora del Señor va a ser el punto de conexión entre Él y la gente. Por eso la noticia corrió por todos lados. No había comenzado la noche cuando la casa donde vive la suegra de Pedro se había inundado por gran cantidad de necesitados que buscaban las manos y palabras curadoras de Jesús. Así también tendría que ser nuestro punto de conexión con las personas. Que nuestras palabras y nuestros gestos curen, sanen, levanten, convoquen y devuelvan a la vida.
Desde su sencillez, la curación de la suegra de Pedro en su propia casa, nos está advirtiendo que cualquier lugar puede convertirse -si hay disposición y generosidad-, en lugar de Evangelio (lugar de la Palabra y de la Salud). Más aún, nos advierte que no podemos dedicarnos solamente a llevar Buena Nueva allá fuera, sino que también hay que comunicarla dentro de casa. ¿De que serviría ser candil de la calle y oscuridad de la casa?
Si seguimos el curso del Evangelio de Marcos, caemos en cuenta que el Ministerio de Jesús se desarrolla en “la casa”. Jesús hace que la casa sea el centro evangelizador, y a la vez, el lugar de la intimidad con sus discípulos. En la casa podrá Jesús conversar en privado las múltiples interrogantes del grupo. Y por qué no decirlo, será el espacio del descanso, del diálogo, de la celebración y hasta de las discusiones acaloradas. Será pues la casa de los amigos y amigas del Señor. ¿Son así nuestras casas, capillas, o comunidades? ¿Al visitar alguna casa ayudamos a convertirla en lugar de encuentro, de inclusión, de salvación, o nuestra presencia favorece la selectividad y por ende la exclusión?
Lectura del Evangelio (Ambientación)
EVANGELIO DE MARCOS (1, 29-39)
En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y enseguida le avisaron a Jesús. Él se le acercó, y tomándola de la mano, la levantó. En ese momento se le quitó la fiebre y ella se puso a servirles.
Al atardecer, cuando el sol se ponía, le trajeron todos los enfermos y poseídos del demonio, y todo el pueblo se apiñó junto a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios. Pero no dejó que los demonios hablaran, porque sabían quién era Él.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron a buscarlo, y al encontrarlo le dijeron: Todos te andan buscando. Él les dijo: Vamos a los pueblos cercanos para predicar también allá el Evangelio; pues para eso he venido. Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando a los demonios. Palabra del Señor.
A LO QUE VENGO
Inicio mi encuentro con el Señor, escogiendo un sitio apropiado para mi oración.
Al llegar al sitio, en forma breve y sencilla considero la calidad de la mirada de Dios Nuestro Señor sobre mí.
Y me digo a mí mismo:
¿A QUÉ VENGO?
Vengo a aprender el modo de convertir mi casa en lugar de Evangelio
[ Al final, rezo el Padrenuestro, saboreando cada palabra ]
PACIFICACIÓN
- Ya sea sentado, paseando, acostado o reposado; tanto en casa, como en el parque o la Iglesia me sereno para que esta cita con Dios tenga lugar.
- Me acomodo con una posición que me ayude a concentrarme-descentrarme-centrarme, implicando todo mi ser.
- Al ritmo de la respiración, doy lugar al silencio.
ORACIÓN PREPARATORIA
[NOTA: La oración preparatoria siguiente me ayuda a experimentar libertad de apegos. La repito tantas veces como quiera, dejando que resuene en mi mente y en mi corazón]Señor, que todas mis intenciones, acciones y procesos interiores,
estén totalmente ordenados a cumplir tu voluntad.
COMPOSICIÓN DEL LUGAR
[ NOTA: Este paso es muy especial y merece realizarse con esmero. Le dedico unos 10 minutos]1°) Centro mi pensamiento en el contenido de la Oración.
2°) Con la imaginación revivo lo que relata el pasaje bíblico, sin perder detalle.
3°) Me ubico en la escena como si presente me hallara.
4°) Dejo que la Palabra irradie su luz sobre mí.
PETICIÓN
En forma sencilla formulo mi petición. Dejo que mi petición salga de dentro. Que nazca de lo más hondo de mi vida.
Señor, enséñame a transformar mi casa, mi comunidad y mi trabajo en lugar de Evangelio.
CONTENIDO o MATERIA DE LA ORACIÓN
Meditar la Actuación de Jesús con la Mujer Enferma
Jesús ha entrado a la casa de Simón-Pedro y ha atendido sin demora a la mujer quebrantada. Su gesto, su mirada y su palabra han espantado todo desánimo y toda dolencia. Bastó la presencia amiga, cálida y decidida para que la enferma se pusiera en pie a continuar la vida.
Reflexionar Cómo Jesús Convierte la Casa en Lugar de la Misión
La cercanía sanadora del Señor va a ser el punto de conexión entre Él y las personas. La noticia de su actuación se expandió con rapidez. Todos buscaban las manos y palabras curadoras de Jesús. La casa se convirtió en centro evangelizador, en el lugar de intimidad con Dios, misión, oración y celebración: en casa de amigos y amigas en la fe.
Contemplar Cómo Jesús Combina Actividad y Oración
Jesús combina con maestría su gran actividad (su acción) y su vital espacio para orar. Su actividad (su trabajo) necesita del tiempo de la oración o silencio que revitaliza a través de la comunicación íntima con Dios. En la unión entre Oración y Misión encuentra la fuerza y vitalidad para comunicar a más personas y a más lugares la gracia de la salvación.COLOQUIO
NOTA: El coloquio es un diálogo que se hace hablando como un amigo habla a otro, ya sea para pedir alguna gracia, ya sea reconociendo la fragilidad o el pecado, o para comunicar sus cosas, y queriendo consejo en ellas.
Termino la Oración con la Siguiente Ofrenda
Toma, Señor, y recibe, toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad;
todo mi haber y mi poseer. Tú me lo diste, a ti, Señor lo devuelvo.
Todo es tuyo. Dispón de mí según tu voluntad.
Dame tu amor y gracia que ésta me basta. Amén.
EXAMEN DE LA ORACIÓN
Las siguientes interrogantes ayudan a centrar la experiencia vivida en la Oración.
- ¿Qué pasó en mí durante esta Oración?
- ¿A través de cuáles señales me habló Dios?
- ¿Qué quiero cambiar en mi vida?
- ¿Qué me distrajo en la Oración?
- ¿Qué se quedó grabado en mí?