¿Quieres ser Apostolina?

Si algo se mueve en tu interior y te sientes atraída por Jesús de Nazareth que te invita a seguirle consagrando tu vida como mujer Apostolina, te invitamos a acercarte.  Aquí te presentamos cuál es el proceso que te proponemos seguir si decides dejarte llevar por esa llamada que resuena en tu corazón.  Pero queremos aclararte algo…  esto de seguir a Jesús no viene con manual de instrucciones ni recetas que aseguren un final perfecto…  Lo importante es abrirte y dejar que el Espíritu te guíe y te lleve por caminos nuevos y sorprendentes.

El Proceso de Discernimiento Vocacional

Descubrir y elegir el estilo de vida con el que deseas comprometerte, es una tarea que toma tiempo y que requiere de tu parte una opción fundamental por ser fiel a ti misma, por encontrar tu verdad más profunda con valentía y honestidad.

Por esto, si estás en tiempo de búsqueda, si dentro de tu ser sientes necesidad de clarificar qué vas a hacer con tu vida, a qué te está llamando Dios a través de los acontecimientos y experiencias de tu vida cotidiana, las Religiosas del Apostolado, te ofrecemos Acompañamiento en el Discernimiento Vocacional, para que vayas clarificándote, encontrando respuestas a tus preguntas, iniciándote en el arte de discernir, para poder elegir lo que más te conduce a la vida que Dios desea para ti.

Un proceso de Discernimiento Vocacional no implica que ya sabes lo que vas a descubrir, por tanto, dejarte acompañar en este proceso, no quiere decir que “automáticamente” ya terminarás siendo Religiosa del Apostolado.  La elección final te corresponde a ti, desde la libertad que Dios te regala.

Algunas señales

A veces tienes la sensación de que no estás en tu lugar.

Te conmueve la situación de los pobres y sientes el deseo de comprometerte  para cambiarla en algo.

Nunca te había llamado la atención la vida consagrada, pero ahora, es una vida que te cuestiona muy dentro… ¿qué es esta vida? ¿qué ha hecho posible que estas personas lo dejaran todo para seguir a Jesús?

Si te encuentras con una Religiosa, te acercas y preguntas cómo es este estilo de vida. Algo dentro te invita a acercarte.

Estás terminando universidad, te sientes a gusto con la carrera que has estudiado, tienes trabajo… pero te aparece la pregunta sobre el sentido más amplio de tu vida… ¿sólo voy a ser maestra, psicóloga, doctora, publicista, enfermera, trabajadora social, mercadóloga…? ¿o mi vida es para algo que está más allá de una carrera, de una profesión.

Frente a la pregunta ¿quieres ser Religiosa? Te asustas y respondes con un NO, sin tener argumentos, pero la pregunta te queda dando vueltas en la cabeza, en el corazón, en las entrañas.

Aunque en tu vida parece que todo marcha bien, te sientes llamada a “algo más”.

Cuando tienes la oportunidad de entregarte al servicio de los más necesitados sientes que quieres vivir así el resto de tu vida.

Desde hace varios años, te resuena dentro una invitación de Jesús a ser más de Él… y lo dejas pasar, simplemente aumentas compromisos parroquiales o en un grupo juvenil y te haces la idea de que con eso ya basta… pero en este momento, la pregunta te llega al corazón una y otra vez, y sientes que tu corazón se enciende.

Para iniciar este Proceso de Discernimiento es bueno que:

  • Te prepares para organizar tu tiempo y poder hacer un rato de oración todos los días.
  • Dispongas tu corazón para tomar muy en serio tu vida y ser muy honesta contigo misma, con Dios, con tu acompañante.
  • Vayas convenciéndote de que Dios sólo desea tu felicidad y te deja en la libertad de elegir si decir SI o NO a sus propuestas.
  • Contactes a una persona que te pueda acompañar en este proceso.
  • Te puede ayudar leer un artículo que encuentras en esta web: “Siete pasos para el   Discernimiento Vocacional”.
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El Aspirantado

Iniciado un Proceso de Discernimiento Vocacional, puede ser que sientas crecer en ti la inclinación profunda, que es llamada de Dios, a consagrarte a Él en una Congregación Religiosa.

Si eliges iniciar un Aspirantado con nosotras, las Religiosas del Apostolado, te estaremos proponiendo más o menos lo siguiente… decimos más o menos, porque cada persona es diferente y los procesos son distintos con cada una.

 

Durante el tiempo de Aspirantado

  • Seguirás viviendo en el mismo lugar en el que vives, probablemente con tu familia.
  • También te invitaremos a continuar con tu ritmo de  estudios y/o trabajo.
  • Tendrás un proceso de Acompañamiento en el que te invitaremos a: cuidar tu oración personal diaria para escuchar la voz de Dios, entrar en un proceso de autoconocimiento y clarificación de tus motivaciones con la ayuda de algunos materiales que te entregamos, tener días de Retiro en Silencio para profundizar en tu relación de intimidad con Dios, visitar la comunidad quedándote con nosotras un fin de semana cada mes.
  • Puede ser que, después de unos meses de Aspirantado, ya sientas que has tomado una decisión y que deseas dar el paso de venir a vivir con nosotras. Esto es posible según las diversas circunstancias.
  • El Aspirantado, por lo general, tiene un período de 6 meses como mínimo… y puede extenderse más o menos hasta los dos años. La persona que te acompaña y tú, irán viendo por dónde te va invitando Dios, tu ritmo personal de respuesta y clarificación.
  • Si, finalizado el Aspirantado, definitivamente deseas dar un paso más, entonces es momento de iniciar el Postulantado.

El Postulantado: Conocerte y conocernos.

Como lo dice la misma palabra, Postulante es aquella que está deseando algo y se postula para alcanzar el lugar o puesto que desea. En el caso de la Vida Consagrada, quien elige ingresar a una Congregación ha de solicitar ser recibido en ella.  Y, entonces, cuando la Congregación aprueba esta decisión, se lo comunica a la joven aspirante y se coordina la fecha en que iniciará el Postulantado.

En esta etapa ya la joven vive con las religiosas, en lo que llamamos una comunidad de formación. El Postulantado es tiempo de iniciar estudios relacionados con la vida de la Congregación y el Carisma, y también con estudios relacionados con la vida de la Iglesia y con la Vida Consagrada. Esto permite que la joven pueda ir conociendo la Congregación con una mayor profundidad.

En el Postulantado será importante cuidar los tiempos de:

  • Oración personal y comunitaria.
  • Estudio y reflexión persona.
  • Compartir comunitario.
  • Servicio en la misión.
  • Diálogos personales con la acompañante.
  • Descanso y recreación.

 

Todo esto orientado a que la joven pueda conocerse a sí misma y conocer su manera de relacionarse con los demás, para desde el conocimiento interno de su persona, poder continuar clarificando las verdaderas motivaciones que le llevan a elegir este estilo de vida en el seguimiento de Jesús.

El Postulantado en nuestra Congregación tiene una duración de seis meses a  dos años.  Cada persona es única y diferente, por tanto, los tiempos dependen de los ritmos y circunstancias personales.

Finalizada esta etapa y cuando ya hay un mayor conocimiento personal tanto por parte de la joven como por parte de la Congregación, entonces es momento de dar un paso más… el Noviciado.

El Noviciado… nacer a una nueva libertad en Cristo.

El Noviciado es un tiempo fundamental de iniciación en la vivencia de los Votos y del compromiso que trae consigo la opción por Jesús en la Vida Consagrada.

Durante esta etapa se cuidan los mismos tiempos que en el Postulantado, pero en el Noviciado se integran más estudios sobre los Votos, sobre las Constituciones de la Congregación y sobre todo lo que tiene que ver con la Historia Congregacional y los fundamentos del Carisma propio.

Durante el tiempo de Noviciado la experiencia central es  el Mes de Ejercicios,  una experiencia que dura 30 días y que es un tiempo de silencio, oración y discernimiento.

El Noviciado es un tiempo para centrar nuestra vida en Jesús e iniciarnos en la Configuración con los sentimientos de su Corazón, para que poco a poco nuestra vida vaya siendo más parecida a la Suya.

El tiempo de duración de esta etapa es de dos años como mínimo, y puede extenderse por seis meses más.  Finalizado el Noviciado, la joven hace sus Votos de Castidad, Pobreza y Obediencia, en una celebración muy hermosa y sencilla.  Al hacer los Votos, se recibe la Cruz de la Congregación, el distintivo de su pertenencia a Cristo desde el Carisma específico al que somos llamadas: Dar a conocer al Corazón de Jesús por nuestro corazón.

Al hacer los Votos, ya la joven es una nueva Apostolina, una nueva mujer consagrada para el servicio de Dios y de la Iglesia.  El siguiente paso es ahora el Juniorado.

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